sábado, 21 de junio de 2025

Finalidad de la Criminología y su utilidad.

 

“Es la ciencia que estudia integralmente el fenómeno criminal considerando su génesis, variables, actores y consecuencias, con el objetivo de explicar su existencia, prevenir su ocurrencia y mitigar las repercusiones individuales y sociales.” (COLEGIO DE PROFESIONALES EN CRIMINOLOGÍA DE COSTA RICA)

La Criminología, como ciencia social aplicada, no se justifica por el solo hecho de analizar la conducta desviada o el delito, su existencia adquiere sentido cuando su conocimiento se traduce en transformaciones concretas para el bienestar humano. Hablar de la finalidad de la Criminología implica comprender que su razón de ser va más allá de la observación académica o el diagnóstico técnico: se trata de una ciencia cuyo valor se mide por su impacto en la vida real, en la justicia cotidiana, en la seguridad con dignidad y en la capacidad de prevenir el sufrimiento social.

Durante años, el enfoque dominante en los sistemas penales ha sido reactivo, se estudia al delincuente, se caracteriza el delito, se dicta la sentencia, pero si la Criminología solo operara como herramienta para alimentar un sistema disciplinario, entonces su existencia sería redundante o incluso peligrosa. La finalidad verdadera de esta ciencia no puede ser otra que la de transformar realidades: reducir la criminalidad, evitar la revictimización, desarmar los mecanismos estructurales que generan violencia y desigualdad, y construir escenarios sociales donde el delito no sea necesario ni probable.

La utilidad de la Criminología, por lo tanto, no reside únicamente en su capacidad para describir fenómenos, sino en su potencial para intervenir en ellos, su labor debe enfocarse en entender profundamente el porqué de las conductas desviadas, para desde allí proponer soluciones eficaces, respetuosas y sostenibles. Esa utilidad se manifiesta de forma concreta en la prevención del delito, en la formulación de políticas públicas, en el diseño de estrategias educativas, en la intervención social comunitaria y en el acompañamiento a víctimas e infractores.

Una de las metas fundamentales de esta ciencia es anticiparse al daño, no se trata de esperar a que se cometa un crimen para actuar, sino de identificar señales de riesgo, factores criminógenos, contextos de vulnerabilidad, y ofrecer respuestas preventivas, especialmente desde el ámbito social. Allí donde fallan las instituciones, crecen las posibilidades de vulnerabilidad, la Criminología debe ser entonces una ciencia anticipadora, sensible a los síntomas de descomposición social, y no una simple analista de los hechos consumados.

También debe intervenir en los procesos de resocialización, la reclusión sin acompañamiento, la sanción sin orientación, la pena sin alternativa, solo generan reincidencia y profundización del daño; es por esto que, la Criminología útil es aquella que diseña caminos de reinserción, programas que permiten al infractor asumir su responsabilidad y reconstruir un proyecto de vida dentro de la legalidad y el respeto. Es una ciencia que no castiga: orienta, acompaña, transforma, su finalidad no es el encierro, sino la integración social.

Desde una perspectiva más crítica, es indispensable advertir que muchas veces la Criminología ha sido manipulada por sistemas autoritarios, para justificar controles excesivos, medidas desproporcionadas o prácticas de vigilancia que comprometen los derechos humanos y esta deformación pervierte su esencia.

La Criminología útil es aquella que desafía el poder cuando este abusa de su función, que protege a las poblaciones vulnerables, que cuestiona las leyes injustas, que denuncia la criminalización selectiva. Es una ciencia que se compromete éticamente con la justicia social.

No puede hablarse de finalidad sin considerar el contexto cultural, las conductas que una sociedad considera criminales están profundamente influenciadas por su historia, por su sistema de valores, por sus desigualdades estructurales, en ese sentido, la Criminología debe evitar toda reclamación de universalidad disciplinaria.

Lo que importa no es imponer un modelo de control, sino comprender cómo se configuran las dinámicas delictivas en cada comunidad, para desde allí generar respuestas contextualizadas. Una Criminología útil es también una Criminología situada, conectada con la realidad que estudia.

El aspecto humano es irrevocable, la finalidad de esta disciplina no puede reducirse a cifras o estadísticas, debido a que, cada delito encierra una historia, cada infractor es un sujeto, cada víctima es una persona; por eso, la Criminología debe operar desde la empatía, desde la escucha activa, desde la capacidad de leer el dolor y el conflicto sin caer en simplificaciones. La utilidad real de esta ciencia es medible en términos de vidas protegidas, de sufrimientos evitados, de oportunidades reconstruidas.

Asimismo, su propósito debe ser educativo, una sociedad que no comprende las causas del delito, que responde con miedo o venganza, se vuelve más violenta, más injusta. La Criminología tiene el deber de ser una herramienta de enseñanza, que acerque a la población general a una comprensión más profunda de los fenómenos criminales. Debe contribuir a una ciudadanía crítica, capaz de cuestionar los discursos simplistas, de demandar políticas públicas basadas en evidencia y de participar en la construcción de paz social.

Además, su utilidad se proyecta hacia el diseño y evaluación de políticas públicas, no se trata de acumular diagnósticos, sino de incurrir directamente en las decisiones que toman los gobiernos, los jueces, los cuerpos policiales y las organizaciones sociales. La Criminología debe dialogar con los actores del sistema, traducir su conocimiento técnico en propuestas concretas, comprensibles y viables, tiene que ser parte del diseño de un nuevo contrato social que priorice la prevención, la reparación y la equidad.

En definitiva, la finalidad de la Criminología es promover el bienestar colectivo a través de una comprensión profunda y transformadora de las dinámicas del delito, la desviación y la conflictividad social, su utilidad se demuestra en la capacidad de proteger a la víctima, de acompañar al infractor en un proceso de reintegración, de fortalecer los mecanismos de control social sin violentar los derechos, y de generar comunidades más comunicativas, más seguras y más justas.

No basta con saber qué es el delito o quién lo comete, lo fundamental es preguntarse: ¿cómo evitarlo? ¿cómo transformar la realidad que lo origina? ¿cómo hacer que quienes lo han cometido no lo repitan? En ese trayecto, la Criminología encuentra su verdadero propósito: no ser una ciencia del castigo, sino del cambio, no ser una ciencia del miedo, sino de la esperanza.

 

Referencias

Criminología (s.f). COLEGIO DE PROFESIONALES EN CRIMINOLOGÍA DE COSTA RICA. https://criminologia.or.cr/?utm_source

López Delgado, A, K. (2024). La criminología: su utilidad y perspectivas futuras. Notitia Criminis. https://notitiacriminis.mx/tribuna/nfirmas/7584/

Zúñiga López, R. (2025). Fundamentos de Criminología. EUNED, San José, Costa Rica.

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