domingo, 22 de junio de 2025

Diferencias entre Criminología y Criminalística.

Aunque frecuentemente confundidas en el lenguaje cotidiano e incluso en entornos académicos, la Criminología y la Criminalística son dos ciencias profundamente distintas, tanto en su objeto de estudio como en su finalidad, su utilidad, la relación con el Derecho Penal y el campo laboral. Reconocer estas diferencias no es solo una precisión técnica, sino una necesidad ética y metodológica para fortalecer la administración de justicia, garantizar derechos y prevenir errores en el abordaje del fenómeno criminal.

“Uno de los errores comunes es confundir la criminología con la criminalística. A pesar de que son dos palabras que parecen sinónimos…, son dos términos completamente diferentes…” (Zúñiga López, 2025, p. 154)

La Criminología es una ciencia social que estudia el delito como fenómeno humano, social, psicológico y estructural, su objeto de estudio abarca al delito, al delincuente, a la víctima y al control social. No se limita a comprender el hecho como una acción aislada, sino que busca entender las causas profundas, los contextos que lo posibilitan y los efectos que genera, es una ciencia analítica, reflexiva y crítica, comprometida con la transformación social.

En cambio, la Criminalística es una ciencia auxiliar, de corte técnico-científico, orientada a la investigación de los indicios materiales del delito, su finalidad es aclarar cómo ocurrió un hecho delictivo, quién lo cometió y con qué medios. Estudia la escena del crimen, recolecta pruebas físicas, aplica métodos de laboratorio y reconstruye cronológicamente los eventos. Es una ciencia forense, exacta y aplicada al proceso penal, que aporta pruebas para establecer la verdad basada en los hechos.

La diferencia en finalidad es profunda, mientras la Criminología intenta explicar y prevenir el delito, desde una perspectiva multidisciplinaria, la Criminalística pretende reconstruir el hecho delictivo ya cometido para colaborar con el sistema judicial. La primera se proyecta hacia el cambio estructural y social, la segunda hacia la verificación empírica de los hechos, una trabaja sobre el porqué, la otra sobre el cómo y el quién.

En cuanto a su utilidad, la Criminología permite diseñar políticas públicas, estrategias de prevención, programas de resocialización, medidas de atención a víctimas y análisis institucional del sistema penal, su aporte es de largo plazo y tiene impacto en la toma de decisiones legislativas, educativas, policiales y sociales. Por otra parte, la Criminalística tiene una utilidad inmediata dentro de procesos judiciales: su valor reside en su capacidad para aportar pruebas indiscutibles que permitan sostener o descartar una acusación, ambas son útiles, pero en esferas distintas.

Respecto a su coadyuvancia (cooperación) al Derecho Penal, la Criminología lo hace desde un enfoque crítico, cuestionando sus alcances, límites, selectividad y capacidad real de prevención, puede incluso señalar cómo ciertas figuras delictivas refuerzan estructuras de desigualdad o exclusión.

La Criminalística, en cambio, se alinea funcionalmente al Derecho Penal: su propósito es aportar los elementos técnicos que permiten comprobar la existencia de un hecho típico, antijurídico y culpable, mientras la primera puede cuestionar el derecho mismo, la segunda lo respalda desde lo técnico.

En lo laboral, los criminólogos suelen trabajar en instituciones públicas como ministerios de justicia, centros penitenciarios, institutos de prevención, organismos internacionales, centros de atención a víctimas, organizaciones sociales y universidades, su perfil es investigativo, pedagógico, preventivo y social.

Por otro lado, los criminalistas, laboran principalmente en cuerpos policiales, laboratorios forenses, fiscalías, medicina legal, unidades de escena del crimen o como peritos (expertos) judiciales. Su trabajo está directamente vinculado con la etapa de investigación penal y judicialización del caso.

Para ilustrar con claridad las diferencias, aquí se presentan tres discrepancias adicionales desde una perspectiva más práctica:

1. Diferencia en la intervención ante un asesinato:

Un criminalista llega a la escena del crimen, recolecta huellas, analiza rastros de sangre, determina la trayectoria de los disparos y evalúa posibles objetos utilizados, su función es documentar la escena con precisión para que esa información sea válida en un juicio. Un criminólogo, por su parte, analiza el entorno social de la víctima y del agresor, estudia si existe un patrón delictivo en la zona, investiga si hay vínculos con estructuras de crimen organizado o violencia doméstica, y propone medidas para prevenir nuevos casos.

2. Diferencia al fenómeno pandillero:

La Criminalística podría intervenir tras un tiroteo entre bandas para determinar cuántas armas se usaron, desde qué puntos se disparó, o si se utilizaron vehículos robados. En cambio, la Criminología se enfoca en comprender las razones por las cuales los jóvenes ingresan a las pandillas, el papel de la marginación urbana, la ausencia estatal o el fracaso escolar y desde ahí propone programas de intervención temprana, modelos restaurativos y acciones sociales.

3. Diferencia en casos de violencia intrafamiliar:

El criminalista podría recolectar evidencia física (golpes, registros de llamadas, elementos que corroboren un abuso). El criminólogo profundiza en la dinámica familiar, detecta ciclos de violencia, evalúa si existe un patrón cultural de normalización del maltrato y diseña estrategias para romper la repetición transgeneracional de la violencia. Mientras uno aporta pruebas, el otro aporta soluciones estructurales.

Estas diferencias no implican oposición, sino un complemento, ambas ciencias son necesarias y cuando trabajan en colaboración se potencia la capacidad del Estado para impartir justicia de forma integral. Pero para lograr esa coordinación, es indispensable respetar la especificidad de cada una, confundirlas, mezclarlas o utilizarlas de forma intercambiable no solo es un error técnico: es una falta de respeto al dolor de las víctimas y una pérdida de eficacia en el combate al crimen.

Desde una mirada humanizada, es crucial enfatizar que ni la Criminología ni la Criminalística deben perder de vista a la persona, detrás de cada dato hay una vida, una historia, una comunidad afectada. Ambas ciencias, desde sus diferencias, tienen una responsabilidad común: contribuir a una sociedad más segura, más justa y menos violenta. Pero esa contribución solo será real si se trabaja con ética, con precisión técnica y con sentido humano.

La noticia de Repretel publicada en abril de 2025 que informa sobre la propuesta del gobierno de construir una mega cárcel de máxima seguridad, inspirada en el modelo salvadoreño dice:

“Algunos expertos en criminología y derechos humanos consideran que, aunque la idea puede ser atractiva, no es viable replicar el modelo salvadoreño en suelo costarricense.”

Tiene relación con el tema de criminología y criminalística porque, la Criminalística tendría un papel técnico en asegurar que el proceso penal se base en pruebas irrefutables dentro del centro penal, la Criminología, por su parte, se vería involucrada en el análisis de, si este tipo de medidas realmente previenen el delito o si agravan las condiciones estructurales de exclusión.

 

Referencias

Zúñiga López, R. (2025). Fundamentos de Criminología. EUNED, San José, Costa Rica.

¿Una “Cárcel Bukele” en Costa Rica? Gobierno anunció plan este miércoles. (abril 10, 2025). Repretel. https://www.repretel.com/noticia/una-carcel-bukele-en-costa-rica-gobierno-anuncio-plan-este-miercoles/ 

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