Aunque
frecuentemente confundidas en el lenguaje cotidiano e incluso en entornos
académicos, la Criminología y la Criminalística son dos ciencias profundamente
distintas, tanto en su objeto de estudio como en su finalidad, su utilidad, la
relación con el Derecho Penal y el campo laboral. Reconocer estas diferencias
no es solo una precisión técnica, sino una necesidad ética y metodológica para
fortalecer la administración de justicia, garantizar derechos y prevenir
errores en el abordaje del fenómeno criminal.
“Uno
de los errores comunes es confundir la criminología con la criminalística. A
pesar de que son dos palabras que parecen sinónimos…, son dos términos
completamente diferentes…” (Zúñiga López, 2025, p. 154)
La
Criminología es una ciencia social que estudia el delito como fenómeno humano,
social, psicológico y estructural, su objeto de estudio abarca al delito, al
delincuente, a la víctima y al control social. No se limita a comprender el
hecho como una acción aislada, sino que busca entender las causas profundas,
los contextos que lo posibilitan y los efectos que genera, es una ciencia
analítica, reflexiva y crítica, comprometida con la transformación social.
En
cambio, la Criminalística es una ciencia auxiliar, de corte técnico-científico,
orientada a la investigación de los indicios materiales del delito, su
finalidad es aclarar cómo ocurrió un hecho delictivo, quién lo cometió y con
qué medios. Estudia la escena del crimen, recolecta pruebas físicas, aplica
métodos de laboratorio y reconstruye cronológicamente los eventos. Es una
ciencia forense, exacta y aplicada al proceso penal, que aporta pruebas para
establecer la verdad basada en los hechos.
La
diferencia en finalidad es profunda, mientras la Criminología intenta explicar
y prevenir el delito, desde una perspectiva multidisciplinaria, la
Criminalística pretende reconstruir el hecho delictivo ya cometido para
colaborar con el sistema judicial. La primera se proyecta hacia el cambio
estructural y social, la segunda hacia la verificación empírica de los hechos,
una trabaja sobre el porqué, la otra sobre el cómo y el quién.
En
cuanto a su utilidad, la Criminología permite diseñar políticas públicas,
estrategias de prevención, programas de resocialización, medidas de atención a
víctimas y análisis institucional del sistema penal, su aporte es de largo
plazo y tiene impacto en la toma de decisiones legislativas, educativas,
policiales y sociales. Por otra parte, la Criminalística tiene una utilidad
inmediata dentro de procesos judiciales: su valor reside en su capacidad para
aportar pruebas indiscutibles que permitan sostener o descartar una acusación,
ambas son útiles, pero en esferas distintas.
Respecto
a su coadyuvancia (cooperación) al Derecho Penal, la Criminología lo hace desde
un enfoque crítico, cuestionando sus alcances, límites, selectividad y
capacidad real de prevención, puede incluso señalar cómo ciertas figuras
delictivas refuerzan estructuras de desigualdad o exclusión.
La
Criminalística, en cambio, se alinea funcionalmente al Derecho Penal: su
propósito es aportar los elementos técnicos que permiten comprobar la
existencia de un hecho típico, antijurídico y culpable, mientras la primera
puede cuestionar el derecho mismo, la segunda lo respalda desde lo técnico.
En lo
laboral, los criminólogos suelen trabajar en instituciones públicas como
ministerios de justicia, centros penitenciarios, institutos de prevención,
organismos internacionales, centros de atención a víctimas, organizaciones
sociales y universidades, su perfil es investigativo, pedagógico, preventivo y
social.
Por
otro lado, los criminalistas, laboran principalmente en cuerpos policiales,
laboratorios forenses, fiscalías, medicina legal, unidades de escena del crimen
o como peritos (expertos) judiciales. Su trabajo está directamente vinculado
con la etapa de investigación penal y judicialización del caso.
Para
ilustrar con claridad las diferencias, aquí se presentan tres discrepancias
adicionales desde una perspectiva más práctica:
1. Diferencia en la intervención ante un asesinato:
Un
criminalista llega a la escena del crimen, recolecta huellas, analiza rastros
de sangre, determina la trayectoria de los disparos y evalúa posibles objetos
utilizados, su función es documentar la escena con precisión para que esa información
sea válida en un juicio. Un criminólogo, por su parte, analiza el entorno
social de la víctima y del agresor, estudia si existe un patrón delictivo en la
zona, investiga si hay vínculos con estructuras de crimen organizado o
violencia doméstica, y propone medidas para prevenir nuevos casos.
2. Diferencia al fenómeno pandillero:
La
Criminalística podría intervenir tras un tiroteo entre bandas para determinar
cuántas armas se usaron, desde qué puntos se disparó, o si se utilizaron
vehículos robados. En cambio, la Criminología se enfoca en comprender las
razones por las cuales los jóvenes ingresan a las pandillas, el papel de la
marginación urbana, la ausencia estatal o el fracaso escolar y desde ahí
propone programas de intervención temprana, modelos restaurativos y acciones
sociales.
3. Diferencia en casos de violencia intrafamiliar:
El
criminalista podría recolectar evidencia física (golpes, registros de llamadas,
elementos que corroboren un abuso). El criminólogo profundiza en la dinámica
familiar, detecta ciclos de violencia, evalúa si existe un patrón cultural de
normalización del maltrato y diseña estrategias para romper la repetición
transgeneracional de la violencia. Mientras uno aporta pruebas, el otro aporta
soluciones estructurales.
Estas
diferencias no implican oposición, sino un complemento, ambas ciencias son
necesarias y cuando trabajan en colaboración se potencia la capacidad del
Estado para impartir justicia de forma integral. Pero para lograr esa
coordinación, es indispensable respetar la especificidad de cada una,
confundirlas, mezclarlas o utilizarlas de forma intercambiable no solo es un
error técnico: es una falta de respeto al dolor de las víctimas y una pérdida
de eficacia en el combate al crimen.
Desde
una mirada humanizada, es crucial enfatizar que ni la Criminología ni la
Criminalística deben perder de vista a la persona, detrás de cada dato hay una
vida, una historia, una comunidad afectada. Ambas ciencias, desde sus
diferencias, tienen una responsabilidad común: contribuir a una sociedad más
segura, más justa y menos violenta. Pero esa contribución solo será real si se
trabaja con ética, con precisión técnica y con sentido humano.
La
noticia de Repretel publicada en abril de 2025 que informa sobre la propuesta
del gobierno de construir una mega cárcel de máxima seguridad, inspirada en el
modelo salvadoreño dice:
“Algunos
expertos en criminología y derechos humanos consideran que, aunque la idea
puede ser atractiva, no es viable replicar el modelo salvadoreño en suelo
costarricense.”
Tiene
relación con el tema de criminología y criminalística porque, la Criminalística
tendría un papel técnico en asegurar que el proceso penal se base en pruebas
irrefutables dentro del centro penal, la Criminología, por su parte, se vería
involucrada en el análisis de, si este tipo de medidas realmente previenen el
delito o si agravan las condiciones estructurales de exclusión.
Referencias
Zúñiga
López, R. (2025). Fundamentos de Criminología. EUNED, San José, Costa Rica.
¿Una “Cárcel Bukele” en Costa Rica? Gobierno anunció plan este miércoles. (abril 10, 2025). Repretel. https://www.repretel.com/noticia/una-carcel-bukele-en-costa-rica-gobierno-anuncio-plan-este-miercoles/
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